El negocio inmobiliario de latinoamericanos en EE.UU ha experimentado un crecimiento notable en las últimas décadas, esto no solo refleja la confianza de los inversionistas en el mercado estadounidense, sino también el deseo de diversificación y seguridad financiera.
En los últimos cinco años, dicha inversión ha experimentado un crecimiento anual promedio del 8%. Según datos recopilados por la Asociación de Agentes Inmobiliarios, en 2022, la inversión total ascendió a aproximadamente $15 mil millones de dólares. Este aumento constante se atribuye en gran medida a la estabilidad del mercado estadounidense y las oportunidades de rendimiento.
La diversidad geográfica y la variada oferta de propiedades contribuyen a mitigar riesgos asociados con la inversión exclusiva en mercados locales, ya que también se percibe como una estrategia efectiva de diversificación de portafolio. El aumento constante en el valor de las propiedades, junto con un mercado de alquiler sólido son argumentos atractivos para los inversionistas.
Se observa también un aumento en la construcción de propiedades destinadas a satisfacer las preferencias y necesidades de esta creciente base de inversores. Además, la demanda de servicios relacionados, como asesoría legal y gestión de propiedades, ha experimentado un auge.
Es importante tener en cuenta que a pesar del crecimiento sostenido, existen desafíos potenciales, como la fluctuación en las tasas de cambio y cambios en las políticas de inmigración que podrían afectar la inversión a largo plazo. Además, la saturación de ciertos mercados puede limitar las opciones de inversión y requerir una cuidadosa evaluación de riesgos, por lo cual siempre es indispensable contar y contratar la asesoría necesaria para mitigar el azar.
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